Cuando llega el verano todas quieren lucir el traje de baño nuevo que se compraron y disfrutar bajo el sol en buena compañía, sin embargo, hay chicas que no siempre se sienten seguras de mostrarse por complejos con cierta grasa localizada o por la tan temida y odiada celulitis. Muchos son los tratamientos cosméticos que se han inventado para deshacerse de la celulitis; pero si hay uno que debes probar es la cavitación. 

Este procedimiento consiste en la aplicación de ultrasonido en zonas específicas, para literalmente romper los depósitos de grasa que se acumulan bajo la piel y que forman los incómodos hoyos de la celulitis. Te preguntarás ¿qué pasa luego de que los adipositos se destruyen?, la grasa queda semejante al estado líquido, lo que permite que sea metabolizada y expulsada naturalmente a través de la orina.

Es por ello que se recomienda el consumo de abundantes líquidos antes, durante y después del tratamiento, que por lo general se recomienda en cúmulos de 10 sesiones, espaciando la aplicación de la cavitación a una sesión por semana para lograr resultados óptimos.

Adicional a ello, la cavitación tiene que ser acompañada de otra terapia de presión en puntos importantes, que puede ser un drenaje linfático tradicional a través de masajes manuales, o una presoterapia con movimientos vibratorios, pues luego de destruida la célula grasa, es necesario movilizar estas sustancias que se desprendieron para poder ser eliminadas como desechos naturales del cuerpo.

Como todos los tratamientos de belleza, a pesar de que la cavitación es un procedimiento que no genera dolor, ni se requiere reposo para su recuperación, tampoco es un milagro que te ayudará a deshacerte de la grasa extra sin ningún tipo de esfuerzo, ya que si quieres conseguir resultados de verdad duraderos, lo principal es que pongas todo tu esfuerzo en cambiar tus hábitos de vida: hacer ejercicios regularmente, tanto de fuerza como cardiovasculares, comer de forma balanceada y eliminar también vicios como el tabaquismo y el alcohol.

No obstante, los beneficios son excelentes a la hora de evaluar los resultados, pues como consecuencia de la eliminación de grasa localizada, ayuda con la reducción de medidas y la mejora considerable en el aspecto de la piel con celulitis, que también se ve más tersa por el incremento de la producción de colágeno que provoca el ultrasonido.

Contraindicaciones de la cavitación

Si estás embarazada o en período de lactancia olvídalo, la cavitación no es para ti, pues puede afectar directamente al bebé. De igual forma, si tienes mucho sobrepeso, lo ideal es que primero comiences con dietas y ejercicios para reducir tu porcentaje de masa corporal y cuando estés más cerca de tu peso ideal comenzar con el tratamiento de cavitación, siempre con la asesoría de un especialista, pues a pesar de que es un tratamiento de belleza que parece inofensivo, debe estar siempre muy supervisado y hacerse con mucho cuidado.

Tampoco pueden someterse a este tratamiento, quienes padezcan algún trastorno en el hígado o en los riñones, pues estos tienen que estar al 100% de su funcionamiento para poder metabolizar la grasa y expulsarla a través de la orina. Finalmente, está contraindicado para personas con patologías auditivas o tengan algún dispositivo electrónico como un marcapasos, pues el ultrasonido podría causar daños.

Paciencia y constancia 

Los resultados más satisfactorios se obtienen cuando se trabajó duro para conseguirlos, por eso mantén la calma y sé siempre constante con el tratamiento, con la dieta balanceada y con los ejercicios, que combinados serán la fórmula perfecta para lograr esa figura que sueñas para lucir tu traje de baño sin ningún tipo de complejos.

Debes saber que mientras te estés haciendo cavitación debes bajar tu consumo de alimentos ricos en grasas y en hidratos de carbono, lo que no quiere decir que debas eliminarlos por completo de tu ingesta diaria, pues eso solo provocará que cuando los incorpores de nuevo a la dieta tu cuerpo produzca un efecto rebote y acumule todas esas calorías que le quitaste de forma inesperada.