Las almendras, que son el fruto del almendro, son consideradas como un alimento muy saludable y es recomendable que sean consumidas con mucha frecuencia ya que aportan múltiples beneficios a la salud del ser humano.

Los efectos positivos para el organismo son innumerables, por lo que deberían comerse cada cierto tiempo. Es más, hay expertos que afirman que deberían comerse unas cuantas al día para que los efectos sean mayores y más duraderos.

Una de las cosas por las que más se le reconoce a las almendras a nivel mundial es lo nutritivas que son. Además de poseer un riquísimo sabor, tienen muchas propiedades, benefician enormemente la salud y previenen muchos padecimientos.

Solo para hablar de algunos de sus beneficios, podemos nombrar el fortalecimiento que le da al sistema óseo, hidrata la piel y le da una apariencia saludable al cabello. Por estas y muchas cosas más es que hay que incluir a las almendras en nuestra alimentación diaria.

Las almendras son de mucha ayuda para los huesos y los dientes

Las almendras son altamente beneficiosas para ciertos órganos del cuerpo, especialmente para los huesos y los dientes. Esto se debe a que tienen una cantidad de fósforo muy importante y este mineral tiene como función primordial de mantener saludables y fuertes al sistema óseo y la dentadura.

Es de vital importancia que velemos por el cuidado de ambos, que puede llegar a ser sumamente costoso y molesto, pero solo consumiendo algunas almendras al día será de gran ayuda para que estén sanos.

Hay que destacar que ni las almendras ni ningún otro alimento van a proteger y curar estas partes de tu cuerpo por arte de magia si no tomas el resto de las medidas necesarias para eso. 

No puedes esperar a que un determinado alimento solucione todos los padecimientos que puedan surgir sin buscar ayuda de un profesional de la medicina que te oriente en qué hacer para prevenir posibles enfermedades y cómo curarlas en caso de que ya se hayan manifestado.

No hay una receta mágica para mantener un determinado órgano sano, por lo cual, nunca hay que dejar tu salud solo en manos de un aliento. Desde luego que algunos ayudan, pero no lo son todo para mantenerse saludable.

Las almendras están plagadas de antioxidantes

Uno de los mayores beneficios que pueden aportar las almendras es que están plagadas de propiedades antioxidantes. Esto significa que su consumo protege al cuerpo humano de muchos de los males que suelen afectarlo con mayor frecuencia tales como el envejecimiento prematuro y la osteoporosis.

Estas propiedades suelen localizarse específicamente en el trozo marrón de la piel de la que están recubiertas las almendras, por lo que debería ser comida sin excusa alguna. Toda la almendra es beneficiosa para la salud, pero es allí donde están concentrados la mayor parte de los antioxidantes.

Si vas a comer almendras con fines curativos, no deberías pelarlas bajo ninguna circunstancia porque estarías removiendo aquello que es bueno para mantenerte saludable.

También se han realizado numerosos estudios clínicos que demuestran que el consumo diario de unos 84 gramos en almendras reduce los biomarcadores de estrés oxidativo de forma efectiva.

Solo tiene que consumirse esta cantidad por unas cuantas semanas y de inmediato la diferencia va a notarse. Hay que aclarar que esta no es una invitación a seguir fumando sin control.

Mientras se mantenga el hábito del cigarro de forma compulsiva, siempre van a existir riesgos enormes para la salud se come lo que se coma. Por la misma razón es que la mejor alternativa siempre será no fumar y punto.

Las almendras bajan el nivel de colesterol

El fruto del almendro es capaz de lograr la estabilización de los niveles de colesterol en el organismo con solo comer unas cuatro almendras al día. De hecho, aparecen en varios listados de los alimentos más eficaces para la reducción del colesterol que no es positivo para el cuerpo.

En caso de que una persona tenga algún problema de salud relacionado con el colesterol, se le va a recomendar que consuma unas 30 almendras con el fin de ir equilibrando sus cantidades progresivamente. Luego de esperar por un tiempo razonable, vas a notar la diferencia.