Masajes reductores: expectativas sobre la pérdida de grasa corporal y los procedimientos cómodos de sensaciones agradables que nos renuevan

Los masajes en general son excelente opción cuando invertimos tiempo con tal de consentirnos como es debido. Es simple: en cualquier caso, tienen el propósito de aliviar tensiones y entregarnos a un mundo de placeres que ignoramos cotidianamente. A través de pulsaciones, caricias y maniobras relajantes, el masajista está disponiendo de sus conocimientos en estás antiguas artes con el objetivo de brindarnos una experiencia irrepetible en términos de alivio. Poco puede negarse uno los gustos de esta vida, pues en parte para ser felices estamos en ella; no puede uno entonces perderse la oportunidad de recibir tales agasajos.

 

Los estos profist ciertamente se promocionan en estos días, pero no es nuevo. La terapia de masaje es parte de un sistema holístico tradicional de métodos de curación que comenzó hace unos 5.000 años. La historia de esta terapia se remonta al 3000 a. C. (o antes) en la India, donde se consideraba un sistema sagrado de curación natural. Utilizada por los hindúes en la medicina ayurvédica de “vida y salud”, la terapia de masaje fue una práctica transmitida de generación en generación para curar lesiones, aliviar el dolor y prevenir y curar enfermedades. Los promotores del Ayurveda creían que las enfermedades se producían cuando las personas no están sincronizadas con el medio ambiente. Se cree que el masaje restaura el equilibrio natural y físico del cuerpo para que pueda curarse naturalmente.

 

Susodichas costumbres se extendieron alrededor de China y todo el sudeste asiático poco menos de 300 años después de que se tuvieran registros ayurvédicos. En tal contexto, se fusionó con otros hábitos intrínsecos de la región, como el taoísmo, el budismo y algunas artes marciales, lo que dio lugar a una numerosa selección de técnicas nuevas que eran conocidas incluso por emperadores. Entre ellas están las que actualmente se conocen como acupuntura, reflexología, acupresión, terapia de remedios a base de hierbas, etc. Algunos siglos después, arribó otra vez al golfo pérsico y al mar Mediterráneo, pues existen datos que dan fe su aparición en jeroglíficos egipcios  y del desarrollo peculiar de otros recursos como la reflexología, que funciona a base de inducir un poco de presión en sectores de la piel que repercuten en otras áreas distantes de la presionada. En Grecia, (800-700 a. C) los atletas usaban técnicas similares llegadas desde oriente para acondicionar sus cuerpos antes de las competencias y sus médicos aplicaban plantas y aceites en combinación para tratar afecciones. Años después, los romanos lo añadieron a su estilo de vida más pudiente, aunque se podía ir a balnearios que contaban con este servicio abierto al público.

Sin embargo, no fue hasta después del siglo XIX que se popularizó gracias a la extensión de cierta receta sueca que involucraba movimiento de esta terapia tal y como la conocemos hoy. De ahí en adelante fue adquiriendo caracteres disímiles según sus estudiosos y practicantes, pues llegó a incorporarse rápido en consultorios médicos de occidente.

 

Claro, los masajes son esa alternativa naturista y no-invasiva que se encuentran en las ramas holísticas menos habituales del cuidado personal profesionalizado. Eso tanto refiriéndonos a salud como a placer desde la perspectiva de la terapia, ya que tienen un espectro amplio.  Increíblemente no solo brinda ese instante de satisfacción que nos invita a cerrar los ojos con tal de concentrarnos en la delicia, sino que además es una opción propicia para otros beneficios más variados. Uno de ellos es precisamente la propiedad adelgazante que tienen algunos estilos particulares de las prácticas de este gremio. En pocas palabras, es un hecho comprobado de los masajes reducen el estrés y puede, dependiendo de la variante ejecutada, contribuir sustancialmente a la pérdida de peso corporal. Es más, es una de las de las alternativas en boga que mejor recepción ha tenido en esta era, y eso se debe, entre otras cosas, a que es una elección disfrutable, natural, fructífera y rejuvenecedora sin efectos colaterales negativos cuando se ejecutan como debe ser. No hay, pues, razones de peso para no considerarlo como tu próxima aventura agradable de consentimiento. Es una maravilla.

 

Masajes reductores: la evolución de un arte en destrezas especializadas que persisten hoy en día y siguen avanzando.

 

Entre esos beneficios hallados de los masajes, existe una variante particular que se enfoca en este propósito de bajarle contenido lípido a tu fisionomía. Estas técnicas consisten en adaptar métodos estándares con fines adelgazantes utilizando un dispositivo de alta gama que reactiva el proceso de liberación de grasa para eliminarla en áreas localizadas y deshacerse de imperfecciones, lo que da como resultado una mejor figura, más firme.

 

Por supuesto, hay muchísimos procedimientos reductores distintos, por lo que la aplicación de aquel que mejor le convenga al paciente depende de sus preocupaciones específicas y de cómo las aborde el especialista.

 

Entre ellos pueden resaltar su capacidad de mejorar la salud gracias a que contribuyen a eliminar grasa, estirar la piel sin producir daños y evitar y tratar la aparición de arrugas, manchas u otros defectos dermatológicos. Además, mejoran nuestra autoestima en última instancia al dejarnos relajados junto con una figura estilizada y una mejor imagen ante nosotros mismos. En La Estheticien, ofrecemos varios de estos masajes especiales con un catálogo de variedades entre tratamientos que no solo le sentarán espectacular a su aspecto, sino que estarán apegado a su situación particular para hacer el proceso lo más detallado posible. Los esperamos.