La batalla contra el peso, muchas veces se vuelve una especie de guerra campal donde la ansiedad se apodera de nuestros cuerpos y no sabemos cómo controlar, en este post desde el Barrio de Salamanca queremos contarte sobre la  grelina, la hormona del hambre.

La grelina es la hormona que controla el apetito y la sensación de saciedad a la hora de comer, la misma es producida por el estómago donde regula el control del hambre a corto plazo, a su vez actúa como regulador a la hora de comer cuando el estómago está vacío o al contrario cuando se encuentra lleno.

Según la disciplina de la cronobiología la grelina tiene tres momentos u horas importantes durante el día que inician desde las 8:00 am, 12:00 m., hasta las 8:00 pm. La cronobiología indica que las comidas principales del día deben realizarse entre esas horas, pues órganos importantes como el páncreas y el hígado, están más activos. 

Recuerda tener comidas a media mañana, es decir si ya desayunaste a la hora que te correspondía, pues a las 10:00 de la mañana puedes comerte un cereal, una fruta, una galleta, es lo más recomendable para que así mantengas tu metabolismo en constante funcionamiento.

Entre tanto, cuando se pasan muchas horas sin comer, la grelina se encargará de comunicarse con nuestro cerebro para que volvamos a ingerir alimentos y se suele producir esos conocidos ruidos de hambre en el estómago que es su forma de avisarnos.

Mientras tanto, sus valores en la sangre son altos cuando sientes hambre y están bajos cuando sientes saciedad. Es decir la grelina en la sangre aumenta inmediatamente antes de que comas y va disminuyendo una vez que empiezas a comer.

Dicho todo esto, imagino que ha surgido la interrogante y ¿cómo se controla la grelina?, pues es fácil, la receta principal está en no pasar tanto tiempo sin comer. Por ello es importante ingerir alimentos varias veces al día en pequeñas porciones y con comidas que te hagan sentir satisfecho. 

Una investigación llevada a cabo por el Laboratorio de Investigación Metabólica de la Clínica Universidad de Navarra,  determinó que “la hormona grelina no sólo estimula el cerebro y provoca un aumento del apetito, sino que también favorece la acumulación de lípidos en la grasa visceral, aquella que se sitúa en la zona abdominal y está considerada como la más nociva”.

Sin embargo, investigadores de la Clínica de la Universidad de Navarra descubrieron que, además de estimular el hipotálamo para generar el apetito, también actúa sobre la grasa. Han visto que esta hormona favorece la acumulación de lípidos en la grasa visceral. En concreto, provoca la sobreexpresión de los genes de la grasa que participan en la retención de lípidos, detallan los especialistas.

Al mismo tiempo, otros estudios, han determinado que la hormona grelina nos hace más vulnerables a los olores de los alimentos, y esto puede influir en nuestros hábitos de alimentación, debido a la sugestión puede hacernos comer de más.

Ante todo lo mencionado desde el Barrio de Salamanca, ¿será que la hormona grelina se puede controlar? y pues si se puede, mientras la hormona no se eleve considerablemente en nuestro organismo, se pueden tomar en cuenta las siguientes recomendaciones que serán tu mejor aliado.

  • No pasar mucho tiempo sin comer, pues al llegar a las tres horas sin ingesta de alimentos los niveles de grelina comienzan a incrementarse, aumentando así, el nivel de hambre y apetito.
  • No saltar comidas enteras y evitar el ayuno, pues estas condiciones elevan notablemente los niveles de grelina e incrementan como consecuencia, los deseos de ingerir alimentos y llegar a los famosos atracones.
  • Evitar dietas hipocalóricas estrictas, que al reducir el ingreso calórico pueden producir un aumento considerable de los niveles de grelina, desencadenando la búsqueda de alimento e incrementando los deseos de comer.
  • Dormir lo suficiente cada día, ya que los trastornos del sueño pueden llegar a alterar los niveles de grelina, incrementándolos, y por lo tanto produciendo incentivando el apetito.
  • Realizar ejercicio con regularidad, pues no sólo incrementa los niveles de leptina que favorece la saciedad y disminuye el hambre, sino que reduce los niveles de grelina, ayudando a controlar lo que comemos.

Como ya sabes, todo es cuestión de controlar tus niveles de ingesta de alimentos, llevar un control, comer sin saltarse las horas y hacer comidas a media mañana y media tarde, si por el contrario ves que se sale de tus manos y estás aumentando de peso de forma incontrolable lo más recomendable será que acudas al especialista para que pueda realizar un diagnóstico de forma veraz y pertinente. 

Recuerda comer balanceadamente, no obsesionarte con lo que consumes, comer es uno de los placeres de la vida pero hay que hacerlo con medida ya que si se llega al exceso puede finalmente ser contraproducente para nuestra salud. Consume alimentos altos en fibra como lo son, las frutas, las verduras, los granos, las legumbres, lo cereales, las semillas y los frutos secos, recuerda ingerir proteínas que la encontrarás en el aguacate, aceite de oliva y otros vegetales.

En nuestro cuerpo todo es absolutamente necesario pero con equilibrio, si tomas en cuenta los consejos y recomendaciones que te damos, aprenderás y conocerás un poco más del funcionamiento del cuerpo humano y tendrás las herramientas necesarias para aplicarlas en tu cotidianeidad.