Todos sabemos lo dañinos que son los rayos ultravioleta para la salud de nuestra piel, pero pareciera que somos conscientes de ello durante una época calurosa como el verano. Una vez que llega el otoño y, posteriormente, el invierno, no son pocos los que tienden a descuidarla un poco porque piensan que, por el momento, no hay peligro del cual protegerla.

Pensamos que el clima solo es capaz de dañar la piel cuando el se muestra más intensamente, pero eso está muy alejado de la realidad. Así como extremamos los cuidados cuando vamos a la playa o a dar largas caminatas durante un fuerte sol veraniego, también es de vital importancia que lo hagamos en los meses más fríos del año porque la acción de los rayos ultravioleta sigue latente a pesar del cielo nublado y las bajas temperaturas.

Los efectos pueden ser igualmente dañinos, por lo que no es raro ver a especialistas en el área de la dermatología que recomienden cómo proteger tu rostro y seguir usando protector solar aunque el verano se haya ido.

Adicional a eso, un cambio tan radical de temperatura no va a hacerle ningún bien a la piel. De hecho, podría generar un sinfín de molestos síntomas como resequedad, agrietamiento, rojez, descamación, entre muchos otros.

La buena noticia que enviamos desde Salamanca, es que existen muchos métodos altamente eficaces para evitar que nos veamos perjudicados por los múltiples daños que pueda traer consigo el invierno, principalmente en el rostro. Si quieres conocer algunos de ellos, te los describimos a continuación.

Realizar limpiezas de forma constante

Muchos creen que el invierno es inofensivo para la piel, pero pocos saben que este la puede deshidratar de una forma muy severa. Las bajas temperaturas hacen que las células se renueven mucho más lentamente de lo que suelen hacerlo y la barrera de protección que todos tenemos se debilita considerablemente.

Este debilitamiento, a su vez, causa que la piel se reseque y sensibilice, principalmente en el área del rostro que es una de las áreas más vulnerables y propensas a estos desagradables cambios.

Para paliar estas severas alteraciones, es altamente recomendable que se realicen limpiezas en la cara, por lo menos, dos veces a diario. En este caso, se debe llevar a cabo una al levantarnos por la mañana y otra al antes de acostarnos por la noche. Si se pueden realizar otras durante el transcurso del día, a la piel del rostro no le vendría nada mal.

Es importante señalar que estas limpiezas de cutis no pueden ser realizadas mediante cualquier tipo de producto que nos encontremos por allí. Por lo mismo, quedan absolutamente prohibidos los jabones corporales que, lejos de solucionar el problema, empeoran aún más la resequedad y demás alteraciones perjudiciales del rostro.

En vez de eso, hay que optar por limpiadores faciales suaves cuyas indicaciones especifiquen que fueron creados para pieles sensibles y que están libres de alcohol. Este último ocasiona que la piel se reseque todavía más de lo que ya está.

Cuida de las zonas más sensibles en todo momento

Todo el rostro es sensible a las alteraciones ocasionadas por el frío, pero hay zonas a las que hay que brindarles una atención especial, como es el caso de las comisuras de los labios y el contorno de los ojos. Estás partes de la cara, además de ser muy sensibles, son las que más de latan los signos del envejecimiento prematuro, por lo que el cuidado hacia ellas debe ser todavía más extremo.

En el caso concreto de los labios, se le debe dar un combate sin tregua a la resequedad al igual que con el resto de la cara, para ella, hace falta que sean humectados e hidratados con vaselina o bálsamos labiales que los regeneren. Al permitir que los labios pasen demasiado tiempo en este estado de agrietamiento, cualquier roce puede ser extremadamente doloroso.

Para el contorno de los ojos, se recomienda el uso de cremas hidratantes que ayuden al mantenimiento de una mirada brillante y luminosa. Al mismo tiempo, se estaría evitando que esta parte de la cara manifieste signos de cansancio y envejecimiento que no son para nada atractivos. Este es el primer lugar al que muchas personas van a dirigir su mirada, por lo que debe tener una apariencia agradable y cuidada.